lunes, 5 de abril de 2021

 

Los trillizos misteriosos
 

Conozco unos trillizos
que siempre andan de a tres.
Seguro que en tus libros
los ha visto alguna vez.
 
Adoran el suspenso
y los cuentos sin final
el súbito silencio
que invita a imaginar…
 
A veces se interrumpen porque …
bueno, porque sí,
para crear suspenso
y porque ellos son …así.

Los tres son reservados,
Se quedan pensativos,
Ya lo has adivinado?
¡Son los puntos suspensivos!


 
 

               Lilia Mosconi




La trapecista

Sube al trapecio volante.
Su cuerpo empieza a planear.
Hace rin para delante
hace ran al balancear.
 
Arriba, en el aire, hace
rin y ran, su corazón.
De la cúspide a la base,
Rin y ran toda emoción.
 
Aserrín sobre la pista
Aserrín bajo los pies,
Sueña que es equilibrista
y sueña que no lo es.
 

Hace rin cuando se eleva.
Hace ran al columpiar.
Y es paloma que se lleva
su alegría al palomar.
 

Olga Drennen

 

 

Superhéroes
 

Un duende llamado Juan,
que era bastante travieso,
al bueno de Peter Pan
le decía Peter Queso.
 
Espiando tras sus pestañas,
alumbrándose con velas,
por la noche al Hombre Araña
solía cortarle la tela. 
 
Le regaló a Superman
Una linda cadenita
Y un dije que era un imán
Pero hecho de criptonita.
 

No le era tarea sencilla
poder hallar la ocasión
y a la Mujer Maravilla
desatarle el cinturón


 

Tanto Batman como Robin
se quedaban sorprendidos
Al ver que en su batimóvil,
Se escapaba este bandido.
 
Y solo se porta bien
con el que siempre ha admirado
¿a qué no adivinan quién?
¡El Chapulín Colorado!
 
 



¿Cómo serán los marcianos?
 

Muchas veces me pregunto
cómo serán los marcianos;
¿tendrán caras, tendrán ojos,
tendrán dedos, tendrán manos?
 
¿Serán de un solo color,
serán lisos o rayados;
tendrán la cara verdosa
y los pelos colorados?
 
Cuántas veces me pregunto
cómo serán los marcianos;
¿tendrán padres, tendrán madres,
tendrán hermanas y hermanos?
 
¿Harán cosas divertidas
a la hora de jugar;
juegos con una pelota,
de correr y de saltar?
 
Tantas veces me pregunto
cómo serán los marcianos;
¿serán gordos, serán flacos,
muy pesados o livianos?

¿Tendrán perros con diez colas
y elefantitos con alas,
tortas de catorce pisos,
gaseosas metalizadas?
 
Siempre, siempre me pregunto
cómo serán los marcianos,
y si serán muy distintos
de nosotros, los humanos.

 


 

Douglas Wright

 




La palabrota

 

Una palabra
palabritera
despalabrábase
por la escalera.

¡Pobre palabra!
se apalabró
palabrincando
cada escalón

Cayó de cola
la palabrisa y
palabrochóse
flor de paliza.

Despalabra
pala que brota
de ser palabra
ya es palabrota.

 

Silvia Schujer









La pequeña Analía García





La pequeña Analía García,
caminando distraída, sin pensar,
pisó un chicle por Pampa y la vía
y ya nunca se pudo despegar.

Pasaron las horas y los días.
Sus padres le llevaban de comer.
Pasaron las semanas y los meses.
Analía empezaba a crecer.

Terminó la primaria en calle.
Las maestras la ayudaban a estudiar.
Analía era linda y los muchachos
le decían piropos al pasar.

Tuvo un novio que allí la visitaba.
Se casó, pero no se despegaba.
Pasaron los meses y los años:
Analía empezaba a envejecer.

Andaría por los ochenta y pico,
cuando un nieto fue a verla con su hijo,
y el bisnieto, simpático, le dijo
después de mirarla un largo rato:
"Si querías despegarte, bisabuela,
¿por qué no te sacaste los zapatos?"

Ana María Shua 

(Las cosas que odio y otras exageraciones)











El poema
 
Una mano en la otra
y en las dos un latido
que no se sabe
si viene de tu lado
o del mío.

De la misma manera
pasa con el poema.
Uno lo dice y el otro
diciéndolo se lo lleva.

Y no se sabe
de quién es
ni de dónde sale.

Hebe Solves






El Gaucho Martín Fierro

I
Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela,
que el hombre que lo desvela
una pena estrordinaria,
como la ave solitaria
con el cantar se consuela.

José Hernández






Coplas de amor

En la puerta de mi casa
hay una planta de té
y las hojitas me dicen
que me case con usted.

Las horas que tiene el día
Las he repartido así:
Nueve soñando contigo
y quince pensando en ti.

¿Cómo quieres que te olvide,
si cuando quiero olvidarte me olvido del olvido
y comienzo a recordarte?

Anónimo (de la tradición popular)
 


Drácula (como yo me lo acuerdo)

 

De los montes de Rumania,
Y si el lector me acompaña,
traerè la vieja novela,

que está escrita con esquelas,
cartas, diarios, telegramas
y un relato que desgrana
esta leyenda espantosa (…)
 
Un joven lindo e inglés
Se dirige de una vez
Al castillo en el que el conde
Sus artimaña esconde,
Mientras lo espera dispuesto
a charlar por esto y esto,
por lo otro por aquello…

No es poco lo que se sabe
De Dràcula, conde atroz.
¡A la gente le da tos
De solo oírlo nombrar!
 
(Fragmentos)
Oche Califa






Mi barrio

 

Yo nací en Villa Crespo,

Pero me mudé a Almagro.

Ya hace más de siete años

Que lo adopté como barrio.

 

Es un barrio muy hermoso.

Cerca, el parque Centenario

con juegos y diversiones

como en la Placita Almagro.

Almagro está en Buenos Aires.

Es vecino de Palermo,

De Chacarita, de Boedo

Y también de Villa Crespo.

 


Paola Lorena Pelozo

Alumna de 3º. Escuela 20 D.E. Nº  2, en 1997



Cuando estés acá

 

Cuando está acá, tendrás tu espacio
Y una frágil forma de existir
Con verte nacer ¿cómo hay quien puede ver
Un mundo para destruir?
Ojos que no ven, corazones que no sienten
Y vos que estás por venir

 

A cada instante habrá un flor
Y en cada flor habrá un instante
En que la vida se desnude
Ante esos ojos necios

 

Cuando está acá tendrás tu tiempo
El mismo que no tiene fin
¿en un mundo así, donde está tu lugar.

Quién puede el agua pudrir?
Ojos que no ven, corazones que no sienten
Y vos que estás por venir

 

Cuando está acá, tendrás tu espacio
Tu tiempo y algo por qué luchar
Al verte crecer y hacerte fuerte
¿quién más le puede temer?
A esos ojos que no ven, corazones que no sienten
Si vos ya estás acá.

La Renga

 

 

 

Puentes

 

 Yo dibujo puentes
para que me encuentres:


Un puente de tela,

con mis acuarelas…


Un puente colgante,

con tiza brillante…


Puentes de madera,
con lápiz de cera…

 

Puentes levadizos,
plateados, cobrizos…

 

Puentes irrompibles,
de piedra, invisibles…

 


Y tú… ¡Quién creyera!
¡No los ves siquiera!


Hago cien diez, uno…
¡No cruzas ninguno!

 

Más… como te quiero…
dibujo y espero.

 

¡Bellos, bellos puentes
para que me encuentres!

 

Elsa Bornemann

 






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